Una función es continua si su gráfica puede dibujarse de un
solo trazo, es decir, si no presenta puntos de discontinuidad.
Una función es discontinua si tiene puntos en los cuales una
pequeña variación de la variable independiente produce un salto en los valores
de la variable dependiente. A estos puntos se les denomina puntos de
discontinuidad.
Los puntos de discontinuidad pueden ser de dos tipos:
- Puntos en los que la función no está definida, es decir, los puntos que no pertenecen al dominio de la función, gráfica a.
- Puntos en los que la gráfica presenta un salto, gráfica b.
Gráfica a |
No hay comentarios:
Publicar un comentario