HEXAGONOMANÍA
“Las abejas, en virtud de cierta intuición geométrica, saben que el hexágono es mayor que el cuadrado y que el triángulo, y que podrá contener más miel con el mismo gasto de material.”
Pappus de Alejandría. Siglo IV a.C.
Estos insectos no tienen regla, ni compás para realizar sus construcciones, pero elaboran mosaicos hexagonales con la misma perfección de un geómetra. Sus panales son estructuras hexagonales, porque suponen el máximo almacenaje de miel.
Esta ordenación también la encontramos en otros muchos lugares: en el caparazón de una tortuga, en las panochas de maíz o en las agrupaciones de percebes. No sólo existen ejemplos dentro de la materia viva y sorprende encontrar los hexágonos en una placa de barro fragmentado al secarse o en las estructuras que forma el basalto volcánico.
Definitivamente, el hexágono es una figura recurrente en la Naturaleza. ¿Por qué esta manía por construir hexágonos?
La Naturaleza no construye uno u otro diseño por capricho, sino por necesidad, ateniéndose a unas leyes básicas.
Más muestras de “hexagonomanía” natural las encontramos en los frutos del ciprés, las escamas de la corteza de muchos árboles o en los copos de nieve. Un pequeño copo de nieve., tiene la forma perfecta de un hexágono: seis líneas radiales que surgen de un punto central. Hay pocas cosas tan sencillas y perfectas.
http://ademat.blogspot.com.es/
Pappus de Alejandría. Siglo IV a.C.
Estos insectos no tienen regla, ni compás para realizar sus construcciones, pero elaboran mosaicos hexagonales con la misma perfección de un geómetra. Sus panales son estructuras hexagonales, porque suponen el máximo almacenaje de miel.
Esta ordenación también la encontramos en otros muchos lugares: en el caparazón de una tortuga, en las panochas de maíz o en las agrupaciones de percebes. No sólo existen ejemplos dentro de la materia viva y sorprende encontrar los hexágonos en una placa de barro fragmentado al secarse o en las estructuras que forma el basalto volcánico.
Definitivamente, el hexágono es una figura recurrente en la Naturaleza. ¿Por qué esta manía por construir hexágonos?
La Naturaleza no construye uno u otro diseño por capricho, sino por necesidad, ateniéndose a unas leyes básicas.
Más muestras de “hexagonomanía” natural las encontramos en los frutos del ciprés, las escamas de la corteza de muchos árboles o en los copos de nieve. Un pequeño copo de nieve., tiene la forma perfecta de un hexágono: seis líneas radiales que surgen de un punto central. Hay pocas cosas tan sencillas y perfectas.
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